No podemos llamarnos cristianos si no vivimos como Jesús nos pide. En estos días estáis demostrando que sois buenos cristianos, sabéis que es tiempo de cambiar, de borrar todo lo que no os hace felices e intentáis hacer felices a los demás.
También habéis aprendido lo
importante que es saber ser buen amigo y el saber pedir perdón y perdonar.
Pero... ¿y el respeto? ¿Sabemos respetar a los demás?
Dios nos quiere a todos por igual.
EL RESPETO
Respetar es aceptar al otro tal y como es, con sus virtudes y defectos, reconociendo sus derechos y necesidades. Decir las cosas educadamente, sin herir, violentar o insultar a nadie.
La educación en el respeto empieza cuando nos dirigimos a los niños correctamente, de la misma manera que esperamos que ellos se dirijan a los demás.
La educación de este valor lleva intrínseco otros valores como son: la sinceridad, renuncia a la violencia, tolerancia, disposición a ayudar, consideración, cortesía.
Cuadradito quiere jugar en casa de sus amigos Redonditos, pero no pasa por la puerta porque… ¡La puerta es redonda como sus amigos! «¡Tendremos que recortarte las esquinas!», le dicen los redonditos. «¡Oh, no! –dice Cuadradito– ¡Me dolería mucho!» ¿Qué podemos hacer? Cuadradito es diferente. Nunca será redondo.
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